Los neutrinos constituyen unas partículas con propiedades realmente fascinantes y de las cuales aún desconocemos muchas cosas. Bien, pues esta semana, se ha anunciado un nuevo avance en las investigaciones relacionadas con la desintegración doble beta sin neutrinos, es decir, una desintegración radiactiva un tanto especial, ya que de existir, confirmaría que las antipartículas de los neutrinos son ellos mismos. Se trata del experimento GERDA.
Y es que este descubrimiento sería, sin lugar a dudas, un hecho profundamente crucial para el campo de la física de partículas, donde ya se han elaborado teorías del modelo estándar que serían capaces de explicar la mayor presencia de la materia sobre la antimateria. Claro está, si se acepta que neutrinos y antineutrinos se tratan, en realidad, de la misma partícula.
Ahora bien, ¿cómo funciona esta desintegración de la que hablamos? ¿Por qué es tan difícil de detectar? Bueno, de ser cierto que antineutrinos y neutrinos son lo mismo, entonces es necesaria la existencia de una desintegración en la cual, básicamente, un núcleo atómico se disocia y emite dos electrones pero ningún neutrino.
Y la mayor problemática es que la vida media de esta desintegración radiactiva sería de aproximadamente hasta 15 órdenes de magnitud más larga que la edad del universo, en otras palabras, lleva billones de años de media para que ocurra. Y para rizar el rizo, para su detección necesitamos además prescindir de cualquier señal de fondo que pudiese entorpecer nuestra búsqueda. Parece tarea fácil ¿no?

Pues por muy difícil que pueda parecer, ha sido el equipo de GERDA, un experimento situado en el subsuelo de Italia y diseñado específicamente para esta investigación, el que ha logrado esquivar toda radiación de fondo en favor de poder detectar la escurridiza desintegración doble beta sin neutrinos. Para la detección están utilizando un isótopo del germanio, el germanio 76.
Así como este experimento, existen otros muchos alrededor de todo el mundo que utilizan para sus investigaciones distintas metodologías. Así pues, esperemos que ahora contando con una precisión sin precedentes para realizar sus pruebas, sean finalmente capaces de desentrañar todo este misterio.