7 cosas que no sabías sobre los agujeros negros

Los agujeros negros siempre llaman mucho la atención, prueba de ello son las abundantes referencias en películas, series y cómics de ciencia ficción. Grandes titanes negros capaces de tragarse todo lo que se acerca demasiado… En New Physics ya explicamos qué es un agujero negro y hoy toca aclarar algunos de los conceptos más llamativos de los agujeros negros desde una visión más rigurosa del tema, pues al igual que estos misteriosos cuerpos suscitan gran fascinación en el ámbito del entretenimiento, estos son todavía aún más interesantes para los científicos. Veamos por qué:

1.     Dentro de un agujero negro, el espacio se encuentra en un continuo dinamismo. Si entrásemos en un agujero negro, nos daríamos cuenta de que las distancias radiales en su interior aumentan, mientras que las distancias transversales decrecen. Es debido a esto, que en ocasiones se habla del concepto de espaguetificación relacionado con los agujeros negros. Este curioso nombre hace referencia a lo que nos ocurriría a nosotros o a cualquier objeto, si entrásemos dentro de un agujero negro, pues seríamos comprimidos en una dirección y estirados en otra. Ya os imagináis el resto…

2.     Es imposible huir de un agujero negro. Una vez entras, no hay salida. ¿Por qué? La respuesta está muy relacionada con el punto anterior, y es que como hemos dicho, las distancias radiales dentro de un agujero negro se expanden. ¿Qué quiere decir esto? Nada menos que la posible escapatoria se aleja de ti, y lo hace a una velocidad tan alta, que ni aunque consiguieras ir a la velocidad de la luz, nuestro límite de circulación en el universo, serías capaz de alcanzar la salida.

3.     Si el Sol fuese sustituido por un agujero negro de la misma masa nada ocurriría. El Sol tiene un radio de 695.700 km, por tanto, un agujero negro hipotético tendría tan solo unos 4 km de radio. Esto significa, no solo que los planetas no serían succionados, sino que ni siquiera las órbitas se verían afectadas. Eso sí, en la Tierra las pasaríamos un poco canutas por el tema de la falta de energía solar fundamental para la vida…

4.     Sí, efectivamente, los agujeros negros son negros, algo que, por otro lado, dificulta enormemente su detección. No obstante, esto no quiere decir que no sepamos que están allí. Una colisión entre dos agujeros negros produce perturbaciones en el espacio-tiempo que conocemos como ondas gravitacionales. Su estudio nos concede una cantidad ingente de información sobre los agujeros negros. Así mismo, las influencias gravitatorias, así como otros fenómenos como la radiación producida cuando una gran cantidad de masa que se pelea por entrar en un agujero negro mucho más pequeño, nos permiten pillar a estos cuerpos oscuros.

5.     ¿Alguien ha dicho radiación? Nos toca hablar de la sorprendente radiación de Hawking. Porque los agujeros negros tienen temperatura, están calientes ¿no? ¿Cómo es esto posible? ¿Acaso no decíamos que un agujero negro absorbe todo? ¿Cómo puede emitir radiación? Pues por extraño que pueda parecer, los agujeros negros emiten radiación, y su descubrimiento constituyó uno de los mayores avances en la física teórica moderna, pues había conseguido aunar los dos grandes pilares de la física actual.

6.     Los agujeros negros no son tan letales. Claro está, si se mantiene la distancia de seguridad. En los agujeros negros existe lo que se denomina como horizonte de sucesos. Este límite imaginario representa el punto de no retorno. A partir de él, la velocidad de escape necesaria para salir del agujero negro tendría que ser superlumínica, es decir, superior a la velocidad de la luz, algo que hasta el momento, la teoría cataloga de imposible.  Así que ya sabéis, si en algún momento os topáis con uno de estos hoyos negros (cosa rara) no os alarméis, podéis dar una vuelta orbitando a su alrededor, eso sí, no os olvidéis del horizonte de sucesos.

7.     La existencia de una singularidad en su interior. Esto es, la existencia de una región del espacio localizada tras el horizonte de sucesos en la que la atracción gravitatoria se vuelve desmesuradamente intensa y en la que todo objeto colapsaría, incluyendo al espacio… ¡¿Qué?!! Fijaos en la trascendencia de este hecho, pues esto significa, nada menos, que esta singularidad no se encuentra en ningún lugar del espacio Podríamos definirlo, de esta manera, como un momento en el tiempo donde todo el volumen del agujero negro colapsa. Sin duda, un concepto muy interesante que retomaremos con la teoría del Big Bang.

 

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