Algo se está cociendo en la ciudad de Lund, al sur de Suecia. Y es que uno de los proyectos científicos más ambiciosos del momento está siendo llevado a cabo en esta localidad. Estamos hablando de la Fuente Europea de Neutrones por Espalación (ESS), un nuevo y gigantesco acelerador de partículas para explorar los rincones de la materia.
Se trata de un proyecto con un presupuesto de 1.834 millones de euros y que está impulsado por 15 países europeos, asumiendo Suecia y Dinamarca la mayoría del coste y, por tanto, liderando el proyecto. Es así, como el ESS podrá comenzar su actividad en 2.023, lo cual, permitirá ahondar en un gran número de investigaciones donde se pronostican importantes avances en nanotecnología, ciencia de materiales, diseño de motores e incluso en medicina.

Lo que será la fuente de neutrones más potente del mundo está en actual desarrollo y, sirviéndose de los neutrones, partículas neutras eléctricamente que permiten ver a través de distintos materiales sin provocar daños y mostrando su interior, será de gran eficacia en distintos campos. En medicina, por ejemplo, se podrán diseñar nuevos fármacos y medicamentos, así como nuevos tratamientos contra el cáncer. En desarrollo de materiales, se podrá analizar nuevos materiales de alta densidad energética para el diseño de baterías de coches eléctricos. Los neutrones atravesarán un metal y mostrarán el comportamiento de su estructura interna. Así mismo, se dispondrá de medios para recrear medios extremos tales como las altas presiones y las bajas temperaturas a las que están sometidas las moléculas del hielo en planetas del sistema solar como Urano y Neptuno.
Además, se construirá un acelerador lineal de protones, el cual, superará al LHC del CERN en la intensidad de partículas impactando con una potencia de 5 megavatios. Aunque la velocidad que alcanzarán las partículas no superará al LHC, estamos hablando de un verdadero gigante tecnológico con increíbles capacidades.
En cuanto al funcionamiento del mismo, dentro de un túnel de cientos de metros de largo, los iones se acelerarán hasta alcanzar un 96% de la velocidad de la luz e impactarán en un blanco situado en el interior de una cámara hermética dentro de un búnker de hormigón. En el proceso se arrancarán neutrones que se dirigirán a diversos instrumentos científicos.
De esta manera, el ESS alcanzará su máximo rendimiento a partir de 2030, constituyendo así, un ejemplo de las más intrigantes aspiraciones en el mundo de la ciencia. Un proyecto de enhorabuena para los futuros y actuales científicos con ansias por cambiar el mundo.